Las personas compran marcas, no productos. El branding importa, y mucho. Se lo decimos siempre a nuestros clientes: no es algo opcional, es una necesidad absoluta. Y va más allá de diseñar bien un logotipo. Será la forma en que tu empresa sea percibida y, posiblemente, el principal activo de tu proyecto. Por eso el branding no debe ser visto como un coste, es de las inversiones más valiosas en la fase 0 de tu negocio porque marcará la diferencia.

Un buen branding le sugiere a tu cliente quién eres y te aporta alma y personalidad.

El impacto que tiene para una marca invertir hoy en día en branding es enorme. A lo largo de estos años hemos visto en la agencia cómo las empresas que han decidido invertir en esta área han experimentado una auténtica transformación, se trate tanto de marcas nuevas como de proyectos de rebranding.

Aquí te dejamos nuestras tres principales razones para invertir en branding:

  1. TE DIFERENCIA. Imagina que vas de compras y te encuentras en la misma esquina con dos tiendas con precios similares, ¿en cual entrarás? Sin duda: aquella cuya imagen te guste más. Bien, pues ahora mismo no hay dos, sino cientos (en ocasiones, miles) de productos similares al tuyo en internet. Dale a tu proyecto la imagen más bonita para que tu cliente, ante la sobresaturación del mercado, se fije en ti. Un buen branding le sugiere a tu cliente quién eres y te aporta alma y personalidad.
  2. PERMITE MARCAR UN PRECIO MÁS ALTO. En un mundo lleno de productos casi iguales, ¿por qué van a elegirte a ti? Si no tienes una respuesta clara a esta pregunta solo te quedará competir en precio y esta guerra es casi imposible de ganar. Sin embargo, las personas sí están dispuestas a pagar más por aquellas marcas que destacan y que traen consigo una propuesta de valor. Un posicionamiento significativo en tu sector te permitirá establecer precios o tarifas más altas.
  3. INCREMENTA LAS VENTAS. Una marca bien definida y con personalidad convencerá a tus clientes. Al final ocurre lo mismo que con las personas. En una reunión, destacará aquella con gran presencia, un discurso bien narrado y una fuerte personalidad. El branding ayuda a que tu marca sea percibida como una empresa seria en la que confiar. Tener una imagen poco cuidada, del montón u obsoleta es un mal comienzo.

// Conclusión //

El branding comienza con tu logotipo pero no termina en él. Es una carrera de fondo llegar a tener un branding fantástico, pero si lo consigues tu empresa conseguirá posicionarse en su sector y te traerá muchas alegrías. Una buena imagen, una buena web, un buen contenido en redes sociales y, en definitiva, una buena comunicación con tu comunidad, son la clave.

Dirás, ¿qué pasa con el producto? El producto tiene que ser fantástico, pero ya no es el centro de la experiencia. En la mayoría de las ocasiones el público no se enamorará de tu marca por tus productos, sino por los intangibles de marca que seas capaz de ofrecerle. Entre ellos, el branding.

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