Todos los que nos dedicamos a la comunicación nos hemos preguntado alguna vez cómo evolucionará todo esto. Cómo será la comunicación dentro de unos años en un mundo que cambia tan rápido. Cada día asistimos a noticias que hablan de robótica, automatización, de tecnologías inteligentes… Suena todo muy frío, ¿no? Nos han dicho que dentro de poco ya no existirán profesiones como los taxistas o los cajeros de supermercado. Parece que el mundo tal y como lo conocemos se ha convertido en una máquina gigante de reciclaje humano y ya no tenemos del todo claro qué profesiones podríamos asegurar que sobrevivirán para siempre.

David Shing, a quien seguimos mucho en Magnolia y que algunos describen como todo un “profeta digital”, lo tiene claro. Según él, las tres claves del futuro se basan en:

  • La cultura
  • El código que se emplee
  • La creatividad

«La tecnología no cambia nuestras necesidades, cambia nuestros comportamientos, y una de ellas es la de estar conectado con otras personas«, asegura Shing

Esa “conexión” imprescindible que vaticina, unida a esa necesidad de creatividad, abre un horizonte estimulante para todos los que nos dedicamos a la comunicación. Y confirma lo que muchos ya sabíamos: cuanto más digital se vuelva el mundo, más humanos querremos sentirnos nosotros.

¿Y esto cómo afecta a las marcas? Teniendo en cuenta que cada día nacen cientos de empresas de todos los sectores y que la mayor parte de ellas nunca tendrán tienda física, la respuesta es bastante sencilla: el éxito de una marca será directamente proporcional a su capacidad de conexión con su público. Algo que ya lleva ocurriendo tiempo, pero la brecha irá a más. Y la creatividad y el marketing emocional marcarán la diferencia.

Aquí van algunos imprescindibles que trabajamos cada día en la agencia para alcanzar esa “conexión”:

  1. Que esta palabra ocupe el primer puesto no es casualidad: EMPATÍA.
  2. Conocer a nuestro público: tenemos que sentir una curiosidad sincera por nuestra audiencia y estudiar bien los datos que nos proporciona el mundo digital para saber qué interesa a nuestros seguidores, cuáles son las historias que les conmueven, les divierten, les emocionan y estarían dispuestos a compartir.
  3. Tener siempre presente que el cliente tiene que ser el centro absoluto de la estrategia de comunicación y marketing
  4. Un universo visual de marca impecable. Siempre que se pueda, hay que provechar de forma creativa los nuevos formatos para generar engagement.
  5. Aportar entretenimiento o valor informativo (o ambos) de forma atractiva.
  6. Estrategias sólidas, calendarizadas e implementadas en social media
  7. Lo primordial ya no es regalar productos o servicios: hay que generar experiencia de marca. La marca que base su potencial en el descuento o en el regalo no sobrevivirá.
  8. Storytelling; historias que valga la pena contar y recordar.
  9. Trabajar con influencers alineadas con nuestra filosofía y estilo para amplificar el mensaje.
  10. Hay que aspirar a que las personas se “enamoren” de nuestra marca y de la experiencia que ofrece. Como todo en la vida, el amor es la emoción más importante a la hora de tomar cualquier decisión.