Los Millennials seremos nada más y nada menos que el 75% de la población activa en 2025. Nacidos entre los 80 y principios del nuevo milenio, a nivel de consumo ya dominamos el mercado y nuestro poder crecerá exponencialmente en la próxima década. Las marcas, por tanto, tienen que ponerse las pilas cuanto antes para poder conectar con esta generación tan heterogénea y que cada día lo pone más difícil para confiar en un producto.

Con nosotros no funcionan los estereotipos, somos una masa tan enorme que en ella encontramos todo tipo de personas, pero una cosa sí tenemos en común: exigimos más que el consumidor clásico. La publicidad al uso ya no funciona con nosotros –y cuidado, porque nos enfadamos si se nos toma por tontos–, queremos que las marcas sean creativas, queremos que nos sorprendan, queremos que las compañías compartan nuestros mismos valores y queremos que se nos trate de igual a igual.

La publicidad al uso ya no funciona con nosotros –y cuidado, porque nos enfadamos si se nos toma por tontos–.

Tenemos nuestro punto idealista –muy unido aún a nuestra juventud– y por ello soñamos con cambiar el mundo. Por eso valoramos tanto el compromiso social o con el medio ambiente, que explican el éxito de marcas como Ecoalf. Si aún no has incluido la Responsabilidad Social Corporativa en tu estrategia de marketing, ya estás tardando. Se convertirá en algo imprescindible porque aquello que tu marca defienda será aquello en lo que tu marca cree. Y los Millennials queremos que las marcas sean soñadoras y crean en cosas y en causas.

Los Millennials queremos que las marcas sean soñadoras y crean en cosas y en causas.

Nike o Starbucks son dos de las marcas favoritas de esta generación y son expertas en comunicar valores y sensaciones (puro marketing emocional). Sin ir más lejos, Nike lo ha petado con su última campaña con Colin Kaepernick. Las ventas se han disparado. Le acusan de haber dividido a Estados Unidos… mejor publicidad imposible. Y todo en aras de la lucha contra el racismo. Teniendo en cuenta que dos tercios de sus consumidores son Millennials… ¿será casualidad?

Claro que no. Nike no da puntada sin hilo. Perderá a los consumidores más clásicos (que cada vez pintan menos en su facturación), ganando nuevos consumidores jóvenes a la vez que fideliza a muerte a los que ya tiene porque se muestra como una marca comprometida. BRILLANTE.

Próximamente os hablaremos de McDonald´s, que es un caso aparte. ¿Sabíais que los Millennials le están trayendo muchos dolores de cabeza al gigante americano?

Agencia Magnolia