El branding no es solamente un logo. No es solo una experiencia visual, también es una experiencia sensitiva. El branding está presente en todos esos momentos en los que tu marca tiene contacto con el cliente. 

Cuando estás en casa y te llega un primer pedido de una tienda online que acabas de descubrir, ahí hay branding…

[Un pequeño inciso: Cuántas marcas nos decepcionan en ese momento tan crucial por no haberle dedicado al packaging el tiempo necesario para poder cumplir las expectativas de un cliente deseoso de enamorarse. Porque sí, nos encanta enamorarnos de las marcas, y podría ocurrir mucho más a menudo de lo que creemos. Da igual lo que le hayas contado en la web, el número de veces que le hayas enviado un email o el descuento con que le hayas obsequiado en su primera compra. El momento de recibir ese pedido es el primer contacto físico y, por tanto, el primer contacto REAL que va a tener el cliente con tu marca. Cuídalo como se merece.]

…Cuando estás en el trabajo y te lleva una newsletter de una marca, ahí hay branding. Cuando estás de zapping por Instagram y te salta un anuncio con una promoción, ahí hay branding. Cuando dejas una crítica en Google Business y a los pocos minutos te llega una disculpa y un mensaje afectuoso de la marca pidiéndote una segunda oportunidad y ofreciéndote un descuento especial por los inconvenientes causados, ahí hay branding. Cuando te acercas a una tienda y el dependiente te sonríe, ahí también hay branding.

Branding es crear ilusión entre tus clientes. Branding también es crear expectativas. Y esas expectativas, por supuesto, hay que cumplirlas. Si lo haces, estarás generando una satisfactoria experiencia de marca.

Agencia Magnolia