En otras agencias en las que hemos estado hemos tenido toda clase de chismes: sacos de boxeo, un futbolín, escaleras de cristal, un minigolf, una sala pecera, flotadores de unicornioSon esas clases de cosas que quedan muy bien cuando enseñas la oficina a futuros clientes y además se dice por ahí que estimulan la creatividad (en el hipotético caso de que disfrutes de tiempo para usarlas, claro).

A pesar de esa “libertad de movimiento” que parecen aventurar esos cachivaches que salpican las mejores agencias de publicidad, seguimos topándonos siempre con una de las cosas que más dañan la creatividad: la falta de flexibilidad en el horario. Parece mentira que en un entorno tan creativo aún se estructure el mundo de 9 a 18 horas. Y eso si tienes suerte, sales a la hora y no tienes que cenar día sí y día también brainstormings (mejor no hablar de las jornadas de 20 horas en día de evento o entrega de proyecto, arghhhh). Claro que eso del horario no ocurre solo en el sector de las agencias de comunicación. Gran parte de las empresas españolas tienen esa rigidez laboral.

Esa fue una de las cosas que teníamos muy claras cuando creamos Magnolia. Creemos en el trabajo flexible como uno de los mayores estimulantes para la creatividad. También creemos que la conciliación familiar y personal –personal, sí, no nos olvidemos de nosotras– es vital para poder ser productivos. Hacer un plan de comunicación, el logotipo de una empresa o montar un evento cuando te sientes estresado, agobiado o enfadado con el mundo no es el mejor punto de partida. Y nuestros clientes no se lo merecen.

En Magnolia (siempre que podemos) enfocamos las tareas de oficina de lunes a jueves con dos días de trabajo en remoto (ojo: el nivel de producción cuando uno está solo y concentrado en su espacio personal es espectacular, ¡probadlo!), siendo el viernes el “comodín creativo” que solemos dedicar íntegramente si no tenemos evento a sesiones de fotos, brainstormings o auditorías creativas para nuestras marcas. Y solemos acabar la semana con unas cañas de equipo en el centro de Madrid. Síiiiiiii, lo decimos muy orgullosas porque es uno de esos pequeños sueños cumplidos, nuestro trabajo y nuestros años nos ha costado tener por fin el estilo laboral que deseábamos.

Pero no confundamos flexibilidad de horario con libre albedrío. Nunca hemos sido tan productivas como somos ahora. Diseñamos las semanas en función de los objetivos, no de las horas que pasamos sentadas en una silla, y tenemos siempre muy presentes las enseñanzas de gente como Timothy Ferriss (os recomendamos su best seller La semana laboral de 4 horas’), Mark Reklau (“La Revolución de la productividad”) o Sergio Fernández (creador de los seminarios Vivir sin jefe).

Sí, lo reconocemos, estamos un poco obsesionadas con eso de la productividad, pero es que eso es lo que nos permite trabajar mejor, cumplir los objetivos marcados, tener un extra de creatividad y disfrutar de más tiempo libre. Sin embargo, aún vivimos en un país en el que, en ocasiones, irte a tu hora de la oficina está mal visto porque eres “el que se escaquea”. Sin embargo, si te quedas un par de horas más “eres el currante”. ¡Es increíble que se siga premiando la falta de organización!

Como alguien muy sabio dijo una vez, no es trabajar más, es trabajar mejor. Y hay montones de ejemplos, de ello. Sin ir más lejos, Katie Carruthers (directora creativa americana a quien seguimos mucho) ha escrito una novela de ficción en sus viernes libres. Ella también estructura su mundo de oficina de lunes a jueves.

Resumen: Las horas no son lo importante, lo importante es perseguir objetivos y cumplirlos. A ver si poco a poco el chip cambia y se empieza verdaderamente a trabajar mejor. Las empresas ganarán y las personas creativas podrán ser un poco más creativas. ¡Recordemos que el mundo las necesita!

PD: No queremos terminar este post sin dar gracias a todos y cada uno de nuestros clientes. Tenemos la suerte de haber formado equipo con marcas geniales que comparten nuestra misma filosofía y que rebosan creatividad y talento.

Foto: @bossbabe.inc

Agencia Magnolia