Oímos cada poco la expresión “todo está inventado”. Es como una coletilla que se convierte en la excusa perfecta para el que no se atreve a ir más allá y prefiere quedarse en la archifamosa zona de confort. Claro que todo está inventado, o al menos casi todo. Pero no pasa nada. Lo que muchos no saben es que en estos extraños mundos del marketing, al final no importa tanto QUÉ vendes como el CÓMO lo vendes.
Si tienes en mente crear una marca de cualquier cosa y lo compartes con la gente, muchos te aconsejarán que te rindas, que no lo intentes, que no te compliques la vida. Nuestra pregunta favorita es esta: «¿Pero por qué?»
¿Cómo que por qué? Pues aquí van 10 razones.
- Tienes una idea. Es un primer paso, pero ideas hay millones, así que no nos emocionemos todavía… Lo importante no es tener una idea, sino tener la capacidad de desarrollarla. Y más importante aún: tener las ganas.
- Tienes una capacidad de trabajo infinita. Para nosotras este es un punto fundamental porque hay que ser sinceros: para llegar a donde quieres vas a necesitar trabajar más que nunca en tu vida, sobre todo al principio. Es más que probable que en los primeros meses no haya fines de semana, ni puentes, ni vacaciones. Lo bueno es que cuando lo haces para ti no duele.
- Porque tienes un run-run en la cabeza desde hace tiempo. Un secreto: los run-run están directamente relacionados con la intuición. Si no sueles escuchar ese tipo de señales, empieza ya. Muchos especialistas en coaching señalan que la intuición juega un rol muy importante para desarrollar una empresa.
- No encajas del todo con el sistema estándar. Bienvenido al club. Afortunadamente, lo de trabajar ocho horas de lunes a viernes ya solo es una opción. Hay muchas alternativas. Sí, puedes construir tu propio estilo de vida.
- Te has equivocado mucho y muchas veces. La experiencia es básica. Si en tu mochila no hay varios años de dedicación en el sector, piénsalo. Aprender sobre la marcha puede funcionar, pero también es arriesgado si hay mucho en juego, como grandes inversiones o salarios de compañeros.
- Estás obsesionado. Solo hay una cosa que puede suplir el punto número cinco y es la pasión. Si estás como un miura con tu idea, no te parará nada, ni siquiera la falta de experiencia.
- Quieres crear algo. Ay, nunca subestimemos ese momento en que el superpoder de la creatividad se convierte en necesidad.
- Eres friki. Igual te sorprende este punto, pero tiene su importancia. Si eres una persona dentro de la media, que viste dentro de la media, se comporta como la media y piensa como la media, va a ser complicado que tu idea sea diferente y que vayas a hacer las cosas diferentes. Y hoy en día, con más empresas en el mundo que setas en los bosques, la diferenciación es una de las grandes claves del éxito.
- Haces muy bien algo. Si tienes un talento innato y llevas tiempo destacando en un campo específico, a por ello. Da igual de lo que sea. Mientras vaya acompañado de muchísimo trabajo y paciencia, funcionará.
- Sabes venderte. Este punto es un complemento indispensable para cualquiera de los 9 puntos anteriores. Casi podríamos llamarlo la pieza maestra. Nada de lo que hagas, sea cual sea tu razón, funcionará de verdad si quien te busca no te encuentra. Vivimos tiempos apasionantes porque con las redes sociales todo está al alcance de nuestra mano, así que simplemente véndete bien… (Y si no sabes hacerlo, ¡ya sabes que en Magnolia te ayudamos!).
En la foto, nuestra amada Tess McGill, junto a Jack Trainer (Working Girl, 1988).